"Construiré una fuerza en la que me refugiaré para siempre" .
(Simone de Beauvoir)

30 de diciembre de 2015

MUSAS: MUSIDORA

 
Jeanne Roques nació y murió en París (1889-1957). Una mujer independiente y fascinante por su inteligencia y belleza.

Conocida con el seudónimo de MUSIDORA, era el paradigma de mujer fatal. Se hizo famosa por su papel en Les vampires, pero además de actriz, fue directora, productora y realizadora. 


En una época en la que llevar pantalones podía ser motivo de escándalo ella se atrevió a ponerse unas mallas para la película Les Vampires.


Les Vampires era una serie de cine que constaba de diez episodios bajo la dirección de Louis Feuillade.


Una banda de extravagantes criminales que se disfraza para cometer sus fechorías.

Musidora interpreta el personaje de Irma Vep  (anagrama de Vampire) una cantante de cabaret que forma parte de la banda "Les Vampires”. 

"París es presa de un terror invisible y sin nombre contra el cual la policía no puede hacer nada. Una organización criminal conocida como "Los Vampiros" siembra el caos con sus asesinatos, robos y secuestros. Poco se sabe acerca de esta banda de villanos, excepto que los dirige el Gran Vampiro y su seductora novia Irma Vep. Philippe Guerande es un periodista que, investigando el asesinato de un político, acaba encontrando a los vampiros, A partir de entonces, emprende una larga cruzada para liberar a París del Mal. La película se dividió, como si fuera una seria, en diez capitulos" (FILMAFFINITY)

Podeis verla aquí
https://es.wikipedia.org/wiki/Les_vampires_(1915)



Musa de los surrealistas que la adoraban y eran fieles a la serie.

Sus padres Jacques y Marie Clémence le trasmitieron su pasión por la literatura y la libertad. Además de practicar otras artes como pintura y escultura.

Adoptó el seudónimo de Musidora por la heroína de Fortunio de Théophile Gautier


En los años 20 se enamora de un rejoneador, Antonio Cañero, vivió con él en España,  donde fue directora, productora e intérprete de tres películas de temática española. En su estancia en nuestro país actuó escenarios como el Teatro de la Comedia y el Maravillas de Madrid.
En aquella época le presentan a Julio Romero de Torres que la inmortaliza en el retrato más sensual de toda su producción.
En este retrato el pintor capta la esencia del personaje de ficción que lanzó a la fama a Jeanne Roques, LA MUSIDORA. La mirada de la vampiresa y su voluptuosidad.



Regresa a París en 1926 y al año siguiente se casa con el médico Clément Marot, abandona el cine y se dedica al teatro hasta 1952.
En este periodo publica dos novelas, varias canciones y un libro de poemas y a partir de 1944 trabaja en el servicio histórico de la cinemateca francesa.
Jeanne, Musidora, fallece en París en 1957.

En 1974 se realiza en  París un festival en su honor. Films realizados por mujeres, un evento que reunió a directoras, actrices y escritoras.


14 de diciembre de 2015

ATTICUS NO EXISTE. Sueño Surrealista y Sureño.

Me ocurre a menudo que sueño con música. El otro día se apoderó de mí una dulce melodía, era Strange Fruit, pero en vez de la versión de Billie Holiday era la que canta Jeff Buckley. Ya sabéis que le tengo adoración.
Mientras su dulce voz me sumergía en el sueño todo me iba recordando a un paisaje sureño. Las casas con hamaca en el porche, las cosas oxidadas, los árboles de formas fantasmales introduciéndose en aguas pantanosas. 

Y de repente ¡coño! ¡La casa de la peli “Matar  un Ruiseñor”!. No hay nada mas sureño… Mi sueño ya era incontrolable, ya sabéis como son los sueños…
Me sentía la hija de Atticus Finch, pero en ese mismo instante encontré a Scout la verdadera hija que se ofreció de cicerone.
Jeff seguía cantando con su melodiosa voz, Scout y yo sabíamos que también él se estaba intrigando con mi sueño,  en realidad fue Jeff  el que nos aviso  de la presencia de Gregory Peck en el papel de Atticus. Allí estaba el padre perfecto, tan guapo,  el hombre justo con su traje impecable y sus gafas, la representación de la moral, el ciudadano íntegro, el defensor de los negros.
Scout me dio un codazo y me insinuó que no me fiase de él que era todo apariencia. Miré a Jeff y vi que también se le caía la baba admirando el porte de aquel hombre que representaba el padre ejemplar. Entendí a Jeff, su propio padre lo había abandonado siendo un bebé.

Scout, parecía contrariada y no le agradaba la impresión que nos causaba su padre. No os fiéis de él,  volvió a repetir en voz baja.

Jeff había dejado de cantar y su cara tenía esa expresión de eterna melancolía que tenía su padre Tim Buckley. Se parecía mucho a él.

Deambulamos largo rato por el sueño sureño y encontramos a esos personajes de nombres sonoros, Calpurnia, ¡no es genial para la criada!, Calpurnia, me encanta! Y allí estaba el vecino inquietante, Boo Radley, dios! No me lo podía creer, a mi es que me encanta este personaje. Nunca nada es lo que parece y había que conocerle para que te gustase,  tengo que confesar que tenía la manía de pronunciarlo en secreto… Boo Radley, Boo Radley, Boo Radley...

La pequeña Scout parecía leerme la mente, no, no es tu padre, ahora le admiras con ese traje elegante y esa corbata perfectamente anudada e incluso añoras esos momentos como en la película, cuando te abrazaba, te sentaba en las rodillas y te daba sabios consejos morales que tu creías tan razonables. 



- Os diré una cosa, - dijo Scout-, ¡Atticus no existe! El verdadero Atticus,  es un jodido borracho empedernido del juego que se folla a las mujeres de los negros a los que de noche persigue con la cara tapada, pero sus zapatos le delatan, brillantes por fuera pero podridos y llenos de mugre en su interior.

Por fin Jeff, habló,  -y dijo- bueno al menos da el pego. Todo el mundo sabía que mi padre se ponía de Heroína hasta las trancas.

Yo quise consolarlo, bueno tu padre tenía una voz maravillosa y dejó un hermoso legado de canciones y al menos vivió como quería.  Piensa Jeff que tu padre era autentico, vivió como quería vivir, para la música. No engañó a nadie.

En ese momento desperté con una extraña sensación, el sueño molaba, pero me había dejado una especie de amargo sentimiento saber que ATTICUS NO EXISTE.

10 de diciembre de 2015

Cuadro del día.

Una Melodía
Beatrice Offor (1864-1920)
Voy a intentar recordar como eran tus besos, como si su sabor me sumiera  lentamente y de manera sinuosa en un profundo sueño, un mundo onírico en el que pierdo la cabeza  donde solo estamos tú y yo. El lugar donde por un momento nada existe, tan solo el sabor de nuestras lenguas y el sonido de nuestras canciones que llevan nuestra historia y el peso de otras historias de piel y alma que para eso son canciones y han nacido con la responsabilidad de trasportar, hacer sentir y vivir y con la obligación de alojarse en todas las almas de todos aquellos que quieren escucharlas.